BELLA ANDRE

jueves, 3 de noviembre de 2016

EPILOGO (PRIMERA HISTORIA)





Cuando las puertas dobles se cerraron, Pedro sacudió la cabeza, sorprendido por como se había hundido todo.


Pero el lío había traído de nuevo a Paula de vuelta a su vida, solo por eso estaba dispuesto a perdonar a cualquiera y a todos.


En la tribuna el asesor habló:
—Pido disculpas por el circo que se ha montado aquí, amigos. Creo que todos nosotros necesitamos unos minutos de pausa y tomar un poco de aire. Reanudaremos la reunión en quince minutos.


La mayoría de los periodistas ya estaban llamando o escribiendo sus historias en las BlackBerries. Pedro sonrió. Ella parecía tener un talento especial para conseguir la atención de la prensa, incluso cuando no la buscaba.


Un Asesor lo abordó primero.


—Quiero disculparme personalmente por lo que acaba de pasar. Bobby Wilson será suspendido, y su caso revisado. Avíseme si hay cualquier otra cosa que pueda hacer para arreglar las cosas.


—Lo haré.


En todo lo que podía concentrarse ahora era en la mujer que amaba. La buscó entre la multitud donde había estado sentada, pero se había ido.


Estaba de pie frente a él.


—Lo siento mucho —dijo Pedro cogiendo sus manos, entonces ella habló:
—No, yo lo siento —mientras lo acercaba más.


—Fui un idiota hace diez años —dijo— Creí que cuando te despertaras y te dieras cuenta de que te habías acostado con un perdedor, me dejarías —le sostuvo la mirada— Así que me fui yo primero. He hecho muchas cosas estúpidas en mi vida, pero no suplicarte para que me dieras una oportunidad, fue la peor de todas. Hasta la semana pasada, cuando te dejé marchar nuevamente. Tú eres más importante para mí que cualquier otro juego, fama o dinero, quiero compartir mis sueños contigo, Paula. Eres todo lo que quiero.


Los ojos de ella brillaban por las lágrimas no derramadas.


—Ni siquiera era honesta con mi propia vida, así que ¿Cómo podía serlo con mis sentimientos hacia ti? No debí de haber insistido en mantener nuestra relación en secreto. Estaba muy asustada, pero ya no lo estoy.


Pedro tomó el rostro entre sus manos y la besó suavemente en los labios.


—He estado huyendo toda mi vida —susurró Paula contra la boca de él— No quiero hacerlo más, te quiero a ti. Tu pasado, tu futuro, todo. 


Él movió la cara en su mano y la besó en la mejilla.


—Nunca debí pensar que estabas tratando de hacer daño a Jose. Hiciste una difícil elección cuando hablaste con él. Pero fue la correcta.


Pedro arqueó una ceja.


—He estado muy ocupada últimamente, ¿Sabes? Jose y yo tuvimos una buena conversación, quiere disculparse contigo.


—No es necesario.


—Le dije que sí.


Se acercaron el uno al otro en la sala llena de gente, y diez años desaparecieron.


— ¿Sabes lo que quiero hacer, Paula?


Ella lo miró fijamente conteniendo la respiración a la espera de oír lo que decía.


—Quiero darte un beso ¿Quieres besarme?


Su voz estaba llena de amor cuando dijo:
—Si quiero.


Se puso de puntillas para besarlo en los labios mientras deslizaba sus bragas en el bolsillo del pantalón de Pedro.


—Te amo Pedro. Siempre te amé.


—También te amo Paula, cásate conmigo.


Ella le devolvió la sonrisa.


—Solo juego arriesgándolo todo, mientras que sea contigo.





Fin

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